La práctica educativa le permite al maestro operar las diversas escalas de la tecnología: las escalas de autonomía tecnológicas, como la independencia y la dependencia y las escalas de modernidad como las referentes al adecuado manejo de las tecnologías primitivas, las tecnologías obsoletas, modernas, atrasadas y de punta.
El uso adecuado de ejemplos, ejercicios sobre escalas tecnológicas abren de manera extraordinaria la posibilidad de acción del maestro.
Educar en los canales de transmisión de la tecnología
El verdadero maestro se interesa por educar en todos los canales de transmisión de la tecnología. Qué importancia tiene le equipo, para los procesos de enseñanza por parte del maestro; también tiene importancia el proceso; así también la tiene la materia prima; la posee el producto, como medio educativo y finalmente, el recurso humano, se convierte para el maestro en un recurso educativo de primerísimo orden.
Educar en las diversas operaciones tecnológicas
El maestro que se requiere en la educación en nuestros países debe enseñar a través de las diversas operaciones de tecnología. Esto es, ¿cómo renunciar al ejemplo con el uso de la tecnología libre y secreta; de la patente, del ”know-how”; de la copia tecnológica, la adaptación, la desagregación, la apropiación de tecnología?
Esa rica instrumentación que nos ofrece el juego actual de las diversas operaciones que pueden hacerse con paquetes cerrados o abiertos de tecnología, sirven de marco central al maestro actual, con lentes de futuro.
El maestro como asesor, consultor, evaluador y calificador
Si el maestro actual se comporta acorde al avance de la ciencia y la técnica, se dará cuenta que su labor como asesor, consultor, evaluador y calificador, es mucho más importante de lo que se cree.
Él, como maestro, no es una figura regordeta, absoluta. Es por el contrario un personaje capaz de asesorar, o sea, de meterse en el interior de un proceso educativo individual o de grupo; que se le requiere como consultor, como un hombre que, dada su experiencia académica y científica, se puede comportar orientado desde afuera los procesos educativos en su conjunto y puede llegar a darle a la calidad un sentido numérico. Esto es, puede ser un calificador justo.
Si se comprenden y dominan estas múltiples relaciones de maestranza, se podrá promocionar adecuadamente el recurso humano que necesitan nuestras naciones. Cuando digo naciones, me refiero a todos los agentes humanos, de nuestros territorios, cultura y tradición.