Vamos a clases

Educación y salón de clase

“Mi hija- dice el poeta Jairo Ojeda- tiene siete años y hoy no quiso ir a su escuela… Con qué curiosidad y atención mira la calle, el parque y las nubes que prometen un castillo, un conejo, un sombrero de mago…”

Ella quiere hacer la clase afuera. Piensa: ¡Afuera, vamos afuera!

Es un anhelo de todo discípulo: salir del salón. Por eso cuando el maestro propone ir afuera salta la alegría como una liebre contenta. La sonrisa brota como cascada montañera y la algarabía se sale del salón anticipando el camino.

Educación y biblioteca

¡A la biblioteca, vamos a la biblioteca! No como una obligación, sino como un derecho. No a cumplir con un deber sino a encontrarnos, como dice Borges, con los “mejores espíritus de la Humanidad” que están allí esperando que alguien dialogue con ellos.

A la biblioteca institucional, a la biblioteca pública y privada, vamos. Las hay tantas y tan buenas, aunque con deficiencias, que es una lástima ignorarlas.

Pegada a la biblioteca está la hemeroteca, está el centro de documentación. Las colecciones de sabios que se regocijarían siendo visitados por muchachos y muchachas alegres, llenos de esperanza.

Educación y museo

¡Al museo, vamos al museo! Esos conservatorios del conocimiento humano permanecen tan vacíos en nuestras ciudades, tan fríos que parecen cementerios sin lápidas. ¿Quiénes pueden darle vida? ¿Quiénes pueden revivir lo que allí reposa? Pues los maestros y sus discípulos que hacen renacer el pasado y transformarlo de fósil, en herramienta de fabricación de nuevas ideas. El maestro con sus discípulos que logran desentrañas de la Natura y de la Técnica todos los misterios.

Educación y parque tecnológico

¡Al parque tecnológico, vamos al parque tecnológico! Hay hoy tantos y tan completos parques tecnológicos que sería una lástima no disfrutarlos con nuestros muchachos. En ellos se goza tanto que no importa la edad, pues son unas malocas con aroma de café, con dulce de caña, con bramido de vacas y toros, con cultivos y rodeos y con luces y estrellas que se pueden coger con la mano.

Educación, ferias y exposiciones

¡A las ferias y exposiciones, vamos a las ferias y a las exposiciones! El calendario está lleno de ellas. De toda especie y de todo género. Eso no importa. Lo que realmente importa es que la feria y la exposición siempre trae consigo la admiración, la sorpresa, el hallazgo de lo nuevo. ¡Vamos a las ferias, vamos a las exposiciones!

¡Vamos de excursión, al exploratorio! En ellos es posible reconocer, registrar datos, clasificar objetos, animales y plantas. En ellos podemos combinar lo deportivo, el ejercicio físico, con la observación científica y hacer surgir la solidaridad y la ayuda mutua.

Educación y zoológico

¡Al zoológico, vamos al zoológico! El elefante, el cocodrilo; la serpiente con su cascabel de música, la iguana, la llama, el tigre y el león nos esperan. Los simios y los micos, nuestros antepasados peludos, nos aguardan para darnos el saludo familiar del aplauso y de la mueca.

Educación, talleres y fábricas

¡A la fábrica, al taller, vamos que nos esperan! Allí están concentrados todos los conocimientos útiles. Allí se da solución a todas las necesidades humanas. La fábrica, el taller son productos del pueblo, él ha concentrado la experiencia y el conocimiento, pues él es el principal fabriquero de lo que la sociedad tiene.

Educación y centros comerciales

¡Al centro comercial, vamos a observar, vamos a experimentar! Por ahora no vamos a comprar, vamos de excursión al centro comercial. Allí está concentrada toda la oferta que explica los oficios. ¡Ah! El centro comercial como objeto de estudio.

Educación en la calle y en el campo

¡A la calle, vamos a la calle! Son como las venas de los pueblos y ciudades. Por ella caminan glóbulos rojos, blancos, amarillos y negros; cobrizos y mestizos. Por ellas transita la vida, aunque también la muerte.

¡Al campo, afuera, vamos afuera! Aún es posible, desde los cerros cercanos mirar la cabeza de las ciudades. Aún es posible dibujar con la mirada las lagunas y los bosques. Aún es posible…

¡Afuera, vamos afuera!

Por Jairo Ojeda

El árbol se agita y la flor espera

El viento nos llama y el gorrión invita..

Afuera, vamos afuera aunque llueva

Afuera, vamos afuera aunque llueva

El sol y la greda, el rocío y la hierba,

La lombriz y la tierra nos darán su lección.

Afuera, vamos afuera aunque llueva

Afuera, vamos afuera aunque llueva

¡Hola maestro! Deja la tiza y el borrador

Ese pupitre y el salón

Y esa sombra sumisa

De pintar con tiza educación.

Afuera, vamos afuera aunque llueva

¡Afuera, vamos afuera!

Para Jairo Ojeda,

Maestro que enseña cantando

su música y demostrando que ¡Todos podemos cantar!

Acerca del autor

Lizardo Carvajal Rodríguez

Escritor colombiano, autor de más de veinte títulos en las áreas de metodología de la investigación, teoría tecnológica, historia y clasificación de la ciencia, poética y teoría solidaria y cooperativa.

Docente universitario en la Universidad Libre y en la Universidad Santiago de Cali, por más de treinta años en áreas relacionadas con métodos de investigación, métodos de exposición, clasificación e historia de la ciencia.

Editor académico y científico de obras de autores universitarios, grupos de investigación e instituciones de nivel superior y de autores independientes en Colombia, a través del proyecto Poemia, su casa editorial, Colombia si tiene quien le escriba y promotor de las mesas de redacción como estrategia de producción de textos.

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