En este artículo trato de relacionar el concepto de libertad con los conceptos de necesidad y libertad de cátedra, entendido como principio de la autonomía universitaria.
Es largo el camino recorrido por los conceptos de libertad y necesidad. Este recorrido es el que ha permitido históricamente el surgimiento, desarrollo y aceptación del principio de libertad de cátedra.
Sin el desarrollo contemporáneo del concepto de libertad, el principio de libertad de cátedra estaría reducido al viejo principio de libre albedrío o no existiría.
Para quienes aún hoy no han trascendido o comprendido la existencia de las revoluciones científicas, el concepto de libertad sigue siendo un asunto simplemente filosófico. Se quedan en la vieja definición que lo reduce a ser una categoría filosófica que expresa la relación entre la actividad de los hombres y las leyes objetivas de la naturaleza y de la sociedad.
Me diferenciaré de esa clasificación. Diré, mejor, que reconociendo el desarrollo de la ciencia, el concepto de libertad es el principal objeto de investigación de la Ética, ciencia fundada en la Antigüedad a partir de las investigaciones de Aristóteles, pero de gran desarrollo a partir de la Modernidad y la Contemporaneidad.
Es así por cuanto ¿qué es la Ética? Pues la Ciencia que estudia el ethos ¿y esto qué es? Sencillo: las costumbres humanas.
Precisamente el asunto de cómo se originan las costumbres, de dónde surgen, qué las explica, reúne las constantes y variables que han dividido el pensamiento ético en diversos idealismos y ha permitido el desarrollo de la dialéctica materialista de las costumbres.
El concepto contemporáneo de Libertad
La palabra, mejor, el concepto contemporáneo de libertad está presente en los principios que tienen que ver con el derecho a la libertad de cátedra. Asimismo, en la idea de cátedra libre, utilizado frecuentemente en universidades y referido a asignaturas, cursos y seminarios ofrecidos para participar sin obligatoriedad externa, solo con la conciencia de la necesidad en la formación profesional o personal.
Libertad en Baruch Spinoza
El fundamento contemporáneo del concepto de libertad está en la obra de Baruch Spinoza, quien nació en Ámsterdam en 1632 y murió en La Haya, a los 44 años, en 1677.
Spinoza hereda, de manera crítica, el legado de Descartes y en su formación racionalista se acerca a Leibniz. El pensamiento francés y el alemán, por decirlo así, convergen en este judío sefardí.
Este pulidor de lentes, trabajo que realizó en Ámsterdam, entregó su obra máxima con el título de Ética. En ella se opuso al dualismo mente-cuerpo, analizó críticamente la religión judeocristiana y fue tildado con frecuencia como “ateo”. Sus libros fueron incluidos en el Index librorum prohibitorum de la Iglesia católica, dos años después de su muerte en 1679.
En la obra de Spinoza, la libertad y el libre albedrio no constituyen el mismo concepto, como venía considerándose hasta el momento. El concepto o definición de libertad contenido en su obra es la autodeterminación o autosuficiencia.
Así se diferencia de quienes la conciben como expresión de la voluntad, acto volitivo, apetito o simplemente deseo.
La obra de Baruch Spinosa circuló clandestinamente. Recorrió caminos hasta que llegó al conocimiento de Hegel, 1770-1831, entre otros científicos, llegando a reconocérsele como el padre del pensamiento moderno. Así llega a la contemporaneidad.
Libertad en Hegel y Marx, dos contrarios dialécticos
Es en la introducción de los Fundamentos de la filosofía del derecho, 1821, donde Hegel aborda el tema de la Libertad. Debe hacerlo en esa obra pues concibe la libertad como un derecho, así que se basa en que siendo la libertad un derecho, es concebible que el derecho ya sea la libertad.
El derecho, como existencia colectiva es la condición de la libertad. No puede haber libertad, sin derecho. La libertad o está legislada o no es libertad. Así que lo que nos permite la libertad es la, denominada por Hegel, “voluntad libre” expresada en el derecho.
Es, como puede entenderse la llamada conciencia práctica, que tiene su objeto en la libertad. El individuo puede creerse libre solo cuando realice su voluntad en relación con los otros individuos de la sociedad.
La libertad de la voluntad es la libertad en general, y todas las otras libertades son meramente modos de aquella. Cuando se dice «libertad de la voluntad», esto no significa que fuera de la voluntad haya una fuerza, una propiedad, una capacidad que también tuviera libertad. […] Hay libertad ciudadana, libertad de prensa, libertad religiosa. Estos modos de libertad son el concepto universal de libertad en tanto que es aplicado a relaciones u objetos particulares.
El pensamiento contemporáneo, me refiero al pensamiento desarrollado a partir de la Revolución Socialista Rusa, 1917, se origina en el pensamiento moderno, propio de la revolución capitalista. Es como diría Marx, 1818-1883, su contrario dialéctico.
Así que para comprender el concepto de libertad, aplicado a libertad de cátedra, es necesario revisar el concepto surgido a partir del marxismo en su crítica al hegelianismo en la que hay coincidencias y divergencias esenciales.
Hegel y Marx se aproximan en su refutación a los contractualistas. Para Hegel y Marx, a diferencia de Hobbes y de Rousseau, la sociedad y el Estado no surgen de un acuerdo de voluntades, sino de una lucha entre contrarios. El Estado, así, no es un contrato entre humanos por el cual se acepta una limitación de las libertades, a cambio de leyes que garantizarían la continuidad del mismo Estado.
Hegel y Marx se juntan, también, en la refutación al liberalismo surgido de los economistas políticos. Su estudio crítico del autor de La Riqueza de las naciones, 1776, Adam Smith, 1723-1790 y de David Ricardo, 1772-1823, autor de Principios de economía política y tributación, 1817, les permiten pensar la idea de considerar que el bien común no es efecto del resultado natural de la libre competencia.
El camino entonces a seguir por Hegel y Marx, en la definición del concepto de libertad será el hallar bases en obras anteriores. El zoon politikón como definición de hombre social y polis como totalidad orgánica en Aristóteles y “voluntad general” como voluntad de la mayoría en Rousseau son fundamentos que ambos autores seguirán.
Nuestros autores, también, se aproximan a la concepción liberal de libertad, en forma crítica. El estudio de Hobbes y Look les permite entender la tesis que dice que nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, que tampoco está impedido para hacer lo que esta, la ley, no prohíbe de manera explícita.
Pero, quizás, el aspecto más importante consiste en adaptar el concepto de libertad en relación con el concepto de autonomía. Se constata que el individuo obedeciendo a su propia razón frente al objeto, es decir, frente a la necesidad, obedece a su entendimiento y esta es la expresión más desarrollada de libertad.
Así llegan también a un acercamiento del criterio de “voluntad general” en Rousseau por la cual el individuo enajena ante el Estado sus derechos ejerciéndolos mediante las leyes. Asimismo, es posible encontrar en esta búsqueda del concepto de libertad que nos permitirá guiarnos en el concepto de cátedra libre, que Hegel y Marx, desde sus concepciones dialécticamente opuestas, requieren del entendimiento principio del “imperativo categórico” de Kant que aprecia la actuación del hombre, como sujeto, obrando con base en los dictados de su conciencia, conocimiento y, lógicamente, de su deber.
Hegel y Marx desde sus dos métodos de conocimiento, reconocen que la historia de la humanidad es la historia de su emancipación y que esta tiene que ver con el ejercicio y logro de la libertad.
Estos acercamientos, los del discípulo y maestro y viceversa, deben ser comprendidos como el posible acercamiento entre dos contrarios. Es decir, como el acercamiento entre el idealismo y el materialismo; ente la revolución burguesa y la revolución proletaria; entre el estado liberal y el estado socialista.
En Hegel ya es posible abstraer la idea de que la libertad es la conciencia de la realidad, es decir, de la necesidad. El hombre es libre al conocer la realidad y este es un punto de partida fundamental para Marx.
Pero no es el punto de llegada. El desarrollo de la teoría de la praxis, como práctica, como acción consciente, le permite a Marx, completar el cuadro de definición de la libertad contemporánea.
Era la gran oportunidad: Las tesis sobre Feuerbach, 1845: Su crítica al también posthegeliano Feuerbach. Ahí están sus tesis sobre este pensador. Es famosa la tesis 11, que Engels pulió hasta dejarla así: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo».
Así que la libertad a partir de Marx puede entenderse como la conciencia de la necesidad, de la realidad, para transformarla.
¿No es de esa tesis de donde es posible entender la autogestión, principio práctico de la libertad contemporánea?
Además, ¿no es de esa concepción de donde se puede dar una explicación a la formación de autodidactas?
La defensa de la libertad de cátedra conlleva a estudiar, necesariamente, el concepto general de libertad. Esto es solo un bosquejo.