En la historia de la ciencia, al estudiar la tecnología, es indispensable pensar las primeras civilizaciones y la actividad científica tecnológica. Ese es el tema del presente artículo.
Hemos reconocido la inexactitud de hablar de Actividad Científico Tecnológica en la prehistoria. Pero, también, tratado de ser justos reconoceremos que el principio de la actividad científica ya lo teníamos en esos hombres que en la cadena larga del tiempo nos antecedieron con la curiosidad por las cosas de la naturaleza y con el principio de la aplicación.
Esta alba salida de la noche de los tiempos fue el germen de las primeras grandes civilizaciones históricas. Egipto y Mesopotamia, Fenicia e Israel, India y China, son culturas que sientan las bases para recoger una historia real de las Actividades Científico Tecnológicas.
Egipto y Mesopotamia presentan los indicios más antiguos de Actividad Científico Tecnológica que conocemos. Fenicia e Israel, pese a ser mucho menos brillantes que Egipto y Mesopotamia, ejercieron enorme influencia en la formación de las civilizaciones del Mediterráneo oriental, en particular de la Grecia arcaica.
India y China son dos referencias obligadas para quien desee hacer un seguimiento histórico de las Actividad Científico Tecnológica. Son civilizaciones menos antiguas que las del Próximo Oriente en independiente por completo de ellas. Pensemos, por ejemplo, que mientras las civilizaciones del Próximo Oriente desaparecen con el desarrollo de los imperios griego y romano, para dar origen a la ciencia helénica, las de India y China sobreviven, diríamos que hasta nuestros tiempos.