Variedades contemporáneas

El Requerimiento

El sermón de Antonio de Montesinos

“¿Estos no son hombres? ¿Con estos no se deben guardar y cumplir los preceptos de la caridad y de la justicia? ¿Estos no tenían sus tierras propias, y sus señores y sus señoríos? ¿Estos nos han ofendido en algo? ¿La ley de Cristo no somos obligados a predicársela y trabajar con toda diligencia de convertirlos? […] Todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes”.

Estas son las palabras históricas pronunciadas por fray Antonio de Montesinos (1475- 1540) por encargo de otro fraile dominico, fray Pedro de Córdoba, en el oficio religioso celebrado en Santo Domingo, en diciembre de 1511, para denunciar el trato cruel de los conquistadores con los pueblos originarios.

Antonio de Montesinos

La reacción de Diego Colón

Este discurso, escuchado por Diego Colón, 1479-1526, hijo de Cristóbal Colón, solo condujo a que el II  almirante de la Mar Océana, II virrey de las indias, solicitara a fray Pedro de Córdoba que expulsara de la isla a fray Antonio o que, al menos, lo indujera a pronunciar un discurso más suave, que bajara los ánimos.

Ocurrió todo lo contrario. Fray Antonio de Montesino, el domingo siguiente, pronunció un discurso mucho más radical.

Diego Colón

Defensa de los pueblos originarios

Se había iniciado, así, el movimiento de defensa de los pueblos originarios por parte de quienes presenciaban horrorizados los primeros acontecimientos de la guerra de conquista imperial y colonial. En esta lucha estaría también, sin lugar a dudas, fray Bartolomé de las Casas.

Las leyes de Burgos

El principal efecto de estas denuncias fue la citación por parte de Fernando II de Aragón, llamado El Católico, 1452-1516, de la denominada Junta de Burgos. El resultado de esta reunión de teólogos y promonárquicos fueron las denominadas Leyes de Burgos, 1512 y que constituyeron las primeras normas para regular la relación del imperio con las organizaciones sociales de los pueblos originarios.

El Requerimiento

Juan López de Palacios Rubios, 1450-1524, catedrático de las universidades de Salamanca y de Valladolid, ministro del Consejo de Indias y embajador en Roma, firme aliado del Papado, fue designado para redactar, junto a Matías de Paz el famoso documento denominado El Requerimiento o en su denominación completa y original Notificación y requerimiento que se ha dado de hacer a los moradores de las islas en tierra firme del mar océano que aún no están sujetos a Nuestro Señor.

Juán López de Palacios Rubios

En 1513 fue usado por primera vez por Pedrarias Dávila en Panamá.

¿Cómo se aplicó El Requerimiento y que respuestas produjo? Ese es un tema que se podrá pensar luego de leer este documento que justifica el Estado teocrático e imperial existente en los tiempos de la Conquista.

Notificación y requerimiento que se ha dado de hacer a los moradores de las islas en tierra firme del mar océano que aún no están sujetos a Nuestro Señor

«De parte del muy alto e muy poderoso y muy católico defensor de la Iglesia, siempre vencedor y nunca vencido, el gran rey don Hernando el Quinto de las Españas, de las dos Çicilias, de Iherusalem y de las Islas e Tierra Firme del mar Océano, &c. domador de las gentes bárbaras, y de la muy alta y muy poderosa señora la reina Doña Juana, su muy cara e muy amada hija, nuestros señores, Yo, Pedrarias Dávila, su criado, mensajero y capitán, vos notifico y hago saber como mejor puedo:

Que Dios nuestro señor único y eterno, creó el cielo y la tierra, un hombre y una mujer de quienes nosotros y vosotros fueron y son descendientes y procreados y todos los de después de nosotros vinieron, más la muchedumbre de la generación y de esto ha sucedido de cinco mil y más años, que el mundo fue creado, fue necesario que unos hombres fuesen de una parte y otros fuesen por otra y se dividiesen por muchos reinos y provincias de que una sola no se podrían sostener ni conservar. 

De todas estas gentes, nuestro Señor dio cargo a uno que fue llamado San Pedro, para que de todos los hombres del mundo fuese señor y superior, a quien todos obedeciesen y fuese cabeza de todo lo humano, donde quiera que los hombres estuviesen y viviesen en cualquier ley, secta o creencia, pidiéndole a todo el mundo por su reino, señorío y jurisdicción, y como quiera que le mando propusiese su silla en Roma como el lugar más aparejado para regir el mundo.

También le permitió que pudiese estar y poner su silla en cualquier otra parte del mundo, y juzgar, y gobernar a toda la gente, cristianos, moros, judíos, gentiles y de cualquier otra secta o creencia, a este llamaron Papa, que significa admirable, mayor, padre y guardador. 

A este San Pedro obedecieron y tomaron por señor, Rey y superior del universo, los que en aquel tiempo vivían y asimismo han tenido todos los otros que después de él fueran al pontificado elegido y así se ha continuado hasta ahora y así se continuará hasta que el mundo se acabe. 

Uno de los pontífices pasados que en lugar de este mundo, hizo donación de estas Islas y tierras firmes del Mar Océano, a los ricos Rey y Reinas y a los sucesores en estos reinos, con todo lo que en ellas hay según se contienen en ciertas escrituras que sobre ellos basaron, así que sus Altezas son Reyes y Sres. de estas Islas y tierras firmes, por virtud de dicha donación y como a tales Reyes y Sres. algunas Islas más y casi todas a quienes esto ha sido modificado has recibido a sus altezas y les han obedecido y servido y sirven como súbditos lo deben hacer, con buena voluntad y sin ninguna resistencia, luego de su inclinación como fueron informado de lo susodicho, obedecieron y recibieron a los valores religiosos que sus Altezas profesaban para que les predicasen y enseñasen la Santa fe, y todos ellos de su humilde y agradable voluntad sin apremio ni condición alguna se hicieron cristianos y lo son, sus Altezas los recibieron alegres y así los mandó tratar como a los otros súbditos y vasallos, los otros son pedidos y obligados a hacer lo contrario. 

Por ende, como mejor puedo, os ruego y requiero que entendáis bien lo que he dicho, y toméis para entenderlo y deliberar sobre ello el tiempo que fuere justo y reconozcáis a la Iglesia por Señora y Superiora del universo mundo y al sumo pontífice llamado Papa en su nombre y al Rey y la Reina nuestros señores en su lugar como Superiores y Señores y Reyes de esta isla y tierra firme por virtud de la dicha donación y consentíais en ese lugar a que estos padres religiosos o declaren los susodichos.

Si así lo hicieres te ha de ir bien y aquello a que estas obligado, y sus altezas en su nombre los recibirán con todo amor y caridad, los dejarán vuestras mujeres hijos y haciendas libres, sin servidumbre, para que de ellas y nosotros hagáis libremente lo que quisieres y por bien tuvieres y no os compelerán a que tornéis cristianos, salvo si vosotros informados de la verdad quisieres convertir a la religión católica como lo han hecho casi todos los vecinos de estas islas y además de esto su Alteza dará muchos privilegios y exenciones que gozarán muchas veces.

Si no lo hicieres o en ello dilación maliciosamente pusieres, os certifico que con la ayuda de Dios entraré poderosamente contra vosotros y os haré guerra por todas las partes y maneras que tuviere y sujetaré al yugo y obediencias de la iglesia y de sus Altezas y tomaré vuestras personas y las de vuestras mujeres e hijos y los haré esclavos y como tales los venderé y dispondré de ellos como su Alteza mandare, y os tomaré vuestros bienes, y os haré todos los males y daños que pudiere como a vasallos que no obedecen y que no quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen y protesto de los muertes y daños que de ellos se registraren serán a culpa vuestra y no de sus Altezas ni mía, ni de estos caballeros que conmigo vinieron y de cómo lo digo, requiero, pido al presente Escribano que me lo de como testimonio firmado y a los presentes ruego que de ello sean testigo”.

Requerimiento

Acerca del autor

Lizardo Carvajal Rodríguez

Escritor colombiano, autor de más de veinte títulos en las áreas de metodología de la investigación, teoría tecnológica, historia y clasificación de la ciencia, poética y teoría solidaria y cooperativa.

Docente universitario en la Universidad Libre y en la Universidad Santiago de Cali, por más de treinta años en áreas relacionadas con métodos de investigación, métodos de exposición, clasificación e historia de la ciencia.

Editor académico y científico de obras de autores universitarios, grupos de investigación e instituciones de nivel superior y de autores independientes en Colombia, a través del proyecto Poemia, su casa editorial, Colombia si tiene quien le escriba y promotor de las mesas de redacción como estrategia de producción de textos.

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