Dependencia tecnológica es lo contrario de autarquía tecnológica y de autonomía e independencia tecnológica. Es la situación del sistema en la que los recursos externos son superiores a los internos, superiores tanto en calidad como en cantidad.
Dependencia tecnológica es un tema relativo a tecnologia, a ciencia y tecnología y a la autonomía tecnológica de un sistema.
Todas las parásitas, tanto vegetales como animales, son una extensión de dependencia en la naturaleza. No tienen «autonomía de vuelo» o es tan poca su autonomía que es insignificante frente a los recursos externos.
La enajenación humana, o sea la entrega de las decisiones humanas o las transferencias de nuestros derechos a los demás, es la expresión máxima de dependencia humana.
Hay mujeres que «locamente enamoradas» le dicen a su amante: «Yo sólo vivo por ti» (recuerden los novelones que sirven de somnífero, después del cansancio de la jornada); estas mujeres son dependientes amorosas… ¡y hasta se suicidan!
La historia de la dependencia es la historia de la dominación y explotación humanas. Las hordas bárbaras que cruzaron los campos en los tiempos antiguos y con sus lanzas atravesaron las culturas y los horizontes de gentes que vivían con su propio sol; los barcos de cabotaje que orillando horizontes se tragaron pueblos enteros durante toda la edad antigua y la medieval; los barcos de vela que se atrevieron a romper las olas embravecidas de los océanos para llegar donde los «indios» y llevarse todo y sólo dejarnos las palabras, como en el bello poema de Neruda; el colonialismo, el semicolonialismo y el neocolonialismo, que invaden nuestros territorios, son extensión de dependencia tecnológica, en lo político, lo económico, lo religioso, lo militar, lo científico…
Las formas de dependencia contemporánea
La dependencia en la actualidad, en todos los niveles, adquiere cuatro importantes formas que tienen expresión en todos los sistemas. La primera de ellas es el intercambio desigual; la segunda, la exportación de capitales; la tercera, el endeudamiento, y la cuarta, la dependencia científica.
Intercambio desigual
El intercambio desigual ha sido una política de dominación desde la antigüedad, afianzándose en la Colonia y perfeccionándose en nuestros días. La especialización del comercio internacional es una muestra de ello. Unos países, los de Hispanoamérica entre otros, deben especializarse en exportar materias primas, productos «tropicales» y algunas mercancías semielaboradas. Los países dominantes exportan, a su vez, bienes de capital, mercancías terminadas y, sobre todo, capitales.
Es esta la segunda característica que, en las condiciones del alto desarrollo del capitalismo financiero, se convierte en la principal forma de dominación.
El endeudamiento externo
El endeudamiento externo, forma que no sólo abarca al Estado sino dentro del Estado a las empresas, es una forma de dominación muy importante. No por el préstamo en sí, que sería una forma de apoyarse en los recursos externos, sino por las condiciones en que son entregados los paquetes financieros.
Dominación científica
Finalmente la dominación científica adquiere en los países del Tercer Mundo una extraordinaria importancia. A partir de la Revolución Científico Técnica, todos sabemos que tan importante como la posesión de capital es la posesión de conocimiento. Esta se logra mediante la investigación científica, mediante el establecimiento de verdaderas fábricas de tecnologías. Nuestros países dependientes poco fomentan este proceso.
Es bueno relacionar este tema con los siguientes: interdependencia tecnológica y con independencia tecnológica.
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