Ciencia, modernidad y AID conviene este tema a la historia de la ciencia, en general a la ciencia y tecnología. La ciencia moderna debe ser estudiada.
La Ciencia y las Actividades de Investigación y Desarrollo tienen en la modernidad su origen contemporáneo. Antes de ese periodo histórico también se puede hablar de ciencia y actividades de investigación y desarrollo pero no en el mismo sentido.
El contenido contemporáneo de las actividades sociales tendientes a producir nuevo conocimiento, es decir, a investigar, es posible establecerlo desde ese período que los historiadores han llamado Renacimiento.
Luego, su impulso decisivo lo recibe a partir de la Revolución del Siglo XVII. Los resultados de estos dos siglos, las conexiones y la extensión de los dominios sobre la materia en el terreno científico, son condiciones para que el nuevo siglo amanezca iluminado.
Efectivamente, el siglo XVIII, heredero y hereje, se inaugura con un optimismo a quien le apetece su calificativo del «siglo de las luces».
Pero más acá, más hacia nuestros tiempos, la Revolución Alemana, la Revolución Francesa, el desarrollo de la ciencia económica en Inglaterra, la aparición política de la burguesía y del proletariado, le dan el toque definitivo a lo que sí, realmente, se puede llamar modernidad.
La modernidad es burguesa, es la época de dominio y desarrollo de la burguesía y del capitalismo. El siglo XIX amanece temprano, echa sus raíces cuando el siglo XVIII agonizaba como un viejo brillante y robusto. Es en este siglo en el que ya se puede hablar del concepto contemporáneo de ciencia y actividades de investigación y desarrollo.
Pero su sentido actual, como actividad organizada tendiente a la producción interdisciplinaria de nuevo saber, le corresponde al período posterior a la Revolución Socialista de la Rusia de Lenin y a todo el período de Revolución Científica y Tecnológica vivido con posterioridad al descubrimiento de la información y de la postguerra, eso ya lo entenderemos como contemporaneidad. La ciencia contemporánea está celebrando sus primeros cien años.